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CAÍDA EN DINAMISMO DEL CONSUMO

Desde una perspectiva del gasto, el primer elemento que redujo el extraordinario ritmo de crecimiento con que venía la economía chilena en los años 2010, 2011 y 2012 fue el desplome de la inversión. De hecho, la caída en la formación bruta de capital fijo de 2013 es sólo comparable con episodios como la crisis asiática y la crisis subprime.

A ésta caída de la inversión, la que se explica por diferentes elementos (ciclo minero, incertidumbre, recuperación post terremoto, alza de impuestos), ahora se suma un marcado menor dinamismo del consumo de los hogares. A diferencia de la formación bruta de capital fijo, con su característica volatilidad, el consumo de los hogares suele ser mucho más estable. "Su variación es  preocupante pues afecta muy inmediatamente el bienestar de las familias y representa prácticamente 65% del PIB, mientras la formación bruta de capital fijo difícilmente supera el 25% del producto", explica el investigador del Programa Económico, Francisco Klapp.

Al separar el consumo de las familias entre Bienes Durables (automóviles, celulares, televisores  y electrodomésticos) y Bienes No Durables (alimentos, medicamentos  y combustibles), se aprecia que son precisamente los primeros los que muestran la mayor respuesta. Lo que resulta natural, pues se trata de compras potencialmente postergables, y que en general implican un mayor esfuerzo e incluso endeudamiento por parte de las familias, luego se comportan de manera más pro cíclica. "Si en 2012 y 2013 el consumo de estos bienes más costosos, crecían a una tasa anual de más de 10%, durante el primer trimestre del año que corre apenas sí lo hicieron a un 2,9%", añade Klapp. En el caso de estos Bienes No Durables, la caída ha sido menos pronunciada, pues muchas de estas compras son bastante inevitables en el día a día -alimentos, perfumería, medicamentos- de toda formas muestran un menor dinamismos que en 2013.

Datos más actuales (los datos anteriores son trimestrales) para los últimos dos meses confirman que esta tendencia no parece revertirse: a junio la importación de bienes de consumo cerró su quinto mes de fuerte caída (-6,0% en 12 meses), al igual que las ventas de automóviles nuevos (-9,3% en 12 meses) los cuales a mediados de 2013 crecieran a tasas de dos dígitos, con un importante repunte en la venta de autos usados con respecto a los nuevos. "Por su parte, las ventas del comercio minoristas en Santiago a mayo, si bien aún crecen, lo hacen a un 4,1% interanual, muy lejos de los buenos resultados de los años pasados donde superaban el 10% de crecimiento", indica el economista.

En la tradición de Milton Friedman[1], premio Nobel de Economía de 1976,  el consumo de las personas en cada momento es función de su “ingreso permanente”, es decir, el consumo no sólo responde al ingreso disponible en el momento, sino también a los ingresos que espera recibir en el futuro. Con esto en mente, a la hora de estudiar hoy los determinantes del consumo de las familias resulta indispensable analizar tanto la trayectoria de variables contemporáneas como los salarios y la ocupación, como también las expectativas de las familias acerca del futuro (sus ingresos futuros).

i. Variables Contemporáneas del Consumo

Una mirada de cerca al mercado laboral deja en claro que si bien la tasa de desempleo aún no lo refleja, las condiciones en general son bastante peores que las vividas en los últimos dos años. En particular, el crecimiento de la ocupación, especialmente la masculina, muestra una tasa de crecimiento en 12 meses que cae sistemáticamente a partir de mediados de 2013, con un importante cambio también en la composición de los empleos desde puestos asalariados a aquellos por cuenta propia. De hecho, en la última medición del INE de los 121 mil puestos de trabajo creados en 12 meses, más de 118 mil corresponden a trabajo por cuenta propia.

ii. Expectativas

En cuanto a las expectativas de las familias, si bien éstas aún se encuentran en niveles relativamente altos respecto de series largas, al comparar con 2013 tanto el ítem “Expectativas de consumo de artículos para el hogar” (incluida en el IPEC elaborado por AdimarkGfk) como el “Índice de Expectativas” del IPeCO de la UDD, muestran una importante caída. Klapp explica que a esto se suma que el índice general del IPEC por primera vez en dos años baja de los 50 puntos, nivel neutral, tras seis meses de caída.

"La caída del consumo es evidente, y existen varios elementos que sugieren que no habría mayores señales de que esto tendiera a revertirse en los próximos meses, y lo que es más, incluso podría empeorar considerando las condiciones del mercado laboral en los meses de invierno y caídas futuras en las expectativas en la medida que nuevas reformas llenen de incertidumbre el ambiente", afirma el economista.  Tras el desplome de la inversión y el menor consumo de los hogares, el escaso dinamismo que aún muestra nuestra economía se  ha debido en buena parte a las exportaciones netas.


[1] Milton Friedman, A Theory of the Consumption Function, Princeton University Press 1957.

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